Conocí la obra de Enrique Jiménez Carrero en el año 2006 y casi por casualidad, cada año cuando bajo a Extremadura me acerco al pueblo de Granadilla, que allá por los 60 y como consecuencia del decreto franquista firmado el 24 de julio de 1955 sus habitantes se vieron obligados a abandonar al quedar completamente rodeado por el agua del Pantano Gabriel y Galán, entre los que tuvieron que marchar se encontraba el pintor Enrique Jiménez.
Como decía al principio en el año 2006 me encontré visitando las calles de Granadilla y dentro de cada casa abandonada, cada porche, cada cuadra y en cualquier lugar imaginable brillaba la obra de nuestro autor, expuesta como una reivindicación del pasado.
Hoy once años después en Plasencia en el antiguo Mercado de abastos me he vuelto a encontrar con su obra, y también lo he conocido a él, me gusta la sencillez con la que habla y la proximidad con la que nos ha tratado, para el éramos unos completos desconocidos, le he preguntado por el tiempo que le ha dedicado a este proyecto ya que la cantidad de obras es impresionante, quince años es el tiempo que le ha dedicado a Pasión por la vida.
Pasión por la vida me ha vuelto a sorprender, el uso del color Rojo como metáfora de la vida nos muestra la increíble capacidad del autor impresionarnos, a la vez que su enorme creatividad que provoca que nos quedemos enganchados a la gran mayoría de sus cuadros, el gran uso de hiperrealismo que nos ofrece con los diversos trampantojos de la muestra nos obliga a acercarnos casi con ganas de tocar a los personajes que en el salen.
Felicidades Enrique, una gran obra.
Esta fotografía no ha salido bien, espero volver a encontrarme de nuevo con Enrique para solucionarlo
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